martes, 17 de noviembre de 2009

Te doy permiso...

Tienes dos minutos para sentirte triste.
Sólo 120 segundos disponibles.
¿Qué harás con ese tiempo?
a) Podrías espesarte como azúcar encendida sin llegar nunca a volverte almíbar.
b) Podrías caer de tus patines y rasparte las rodillas
c) Podrías sentarte en medio de tu habitación, sobre la oscuridad de la noche, abrazando una muñeca de trapo y dejando que la luna, de una cornada, te derrame la vida por el cuello.

Sangre dispersa en el piso, 
tristeza humeante levitando.

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