Ayer me caí

Estaba sobre la cama y de pronto dejé de creer saber en dónde me encontraba.

¡Feliz cumpleaños!

A la mexicana perfecta, envidiada por Ninel Conde, con quien he compartido el arcoiris el día de la muerte de Cristo. 

Mujer de agua amarga, tan hermosa que provoca escalofríos.

Un perfume para ti:

http://www.youtube.com/watch?v=0oWGD5yYS9g&feature=related

Soundtrack

Si mi vida fuera película, la discografía de Pink Floyd sería mi soundtrack. De esta manera, tendríamos que:

Atom Heart Mother soy yo escribiendo en el espejo. Meddle me encuentra viendo la nieve caer en un día de viento. The Wall invoca al Monstruo de ojos de Niebla. The Dark Side es mi Xolotl. Animals, la selva y Xilitla. Wish you were here, cuando me convertí en mujer.

The Piper at the gates of dawn, tocaría en Aramberri y Vallarta en el ocaso del invierno y la bienvenida de la primavera. Prometiendo y sugiriendo la más hermosa de las siluetas.

A Saucerful of secrets, sería noche en la Poza de la Becerra y amarilla en el Río Mezquite, con dunas pendientes en la agenda. Mi excitación rasgando el frío con el golpe de mi cadera en el viento. Set the controls for the heart of the sun. Diamantes, un beso en el amanecer. El fin de semana en que consumí la suerte de mis siete vidas.

Estoy harta

cansada y fastidiada de escuchar hablar acerca de los mexicanos que no parecen mexicanos.

Argh [rugido de furia]

¡Cuanto mal gusto!

Amo el fondant

No hay nada, nada, que desee tanto en el mundo como aprender a hacer pasteles de fondant.

El fondant se deshace en la boca, mansamente, después de haber sido cercenado por los dientes.

Y es tan bonito... {suspiros}

Es domingo...

el día en que dios descansó, cuando se desayuna barbacoa en mis recuerdos.

Ayer planeamos actuar Dr. Seuss; yo seré una  Plain Belly Sneetch. 

Beaches,

witches.

Bitches.

Hay una casa que limpiar  y yo sólo quiero seguir vagando...

El espermatozoide

Hay millones de espermatozoides ¿no? Pero, sólo uno fecunda, ¿sí? ¿Ese Uno, es diferente a los demás? ¿Hay algo distinto en él? ¿Cada uno de aquellos Millones es particular? Si no, bien. Pero si sí, [...] ¿En cada eyaculación hay millones de personas distintas posibles? 

Dicho sea, ¿tengo gemelos perdidos en el limbo de los espermas caídos?

Lunes patriota

Vodka piña

Reloj relojero

No son las 9:15

Ese número no existe

Vivir es lo vivido

vivo

El tiempo lo han inventado los chinos

Rabbits

El viernes fui al teatro a ver una obra de Harold Pinter. Al subir las escaleras para llegar a mi asiento, que se encontraba en la zona del anfiteatro, comencé a pensar en lo terrible que sería un incendio en ese lugar. Me imaginé tratando de bajar esas mismas escaleras corriendo, pero llenas de humo. Vi gente horrizada. 

Sentí que me faltaba el aire.

He leído tantos casos de teatros incendiados en la Nueva España. Creo que cada 20 años se quemaba uno y morían un puñado de personas.

El espacio entre mi asiento y la barandilla era muy estrecho, mis leggings y sweater picaban, tenía calor.

Cuando comenzó la obra el malestar no cesó y lo que vi me trajo a la memoria los conejos de Lynch

Zolëdad

Si yo fuera un hombre te haría reír. Te sorprendería con un beso en el atardecer. Te llevaría a lugares mágicos. Comprendería todo lo que dices y te enriquecería con todo lo que digo. Te llevaría de vacaciones a la montaña y pagaría una habitación con chimenea. Aprendería todos tus gustos y te cocinaría el plato más delicioso de tu vida. 

Te regalaría una joya hecha por mí, envuelta en una esfera de seda. Quemaría mirra y copal. Te cubriría de aceites sagrados y te daría masaje a la luz de una vela.

Te diría lo bella que eres, al oído, susurrando. Te pediría ser mi esposa. Te amaría toda la vida.

Haría que fuera perfecto, que nunca sintieras dolor.

Si yo fuera el hombre que no soy...

                                          

Pregunta

A ti, ¿quién te goza?

A ti no te ha pegado

Estaba sentada en la silla del comedor cuando sentí el sabor dulce en mis labios y un temor tímido que bajaba de mi boca hasta mi ombligo. Pronto me encontraba en Laputa junto a un Maestro, cuyo rostro no recuerdo bien, aunque estoy segura de que su cabello era negro. Ibamos a despegar, mis brazos se convertían en alas y por primera vez en mi vida no tenía miedo a volar, ni a nadar, ni a desprenderme de la superficie de la tierra, sin temor de arrebatarle al polvo mis blancos y perfectos pies. Les susurré en otra lengua que teníamos que partir, pero ellos no hicieron caso. Yo me quedé en el impulso y cuando abrí los ojos, me encontraba cubierta en sudor, con mis mejillas rojas, como cuando tenía 13 años.

Smart Tampons

A long time ago, when the mountains were green, surfing the Internet I found this:

Envidia

Cuando entré en la habitación mis ojos se habían vuelto verdes. Supuraban. 

Allí estaba ella. 

Sus grandes y cenizos pechos le dolían a mi rosa tibio.

¿Por qué te veo?, le pregunto.

¿Por qué me importas?, le concedo.

Sólo queda hacer añicos el espejo, de un limpio puñetazo, que quebrando mis dedos, evapore tan soso, bobo, roto, reflejo.

Pero no te rompo, te acaricio. Paso mis dedos finos por tu suave mandíbula y disfruto el chocolate de tu piel, Mujer arena.

¿Te apetece tomar un café conmigo?

Te doy permiso...

Tienes dos minutos para sentirte triste.

Sólo 120 segundos disponibles.

¿Qué harás con ese tiempo?

a) Podrías espesarte como azúcar encendida sin llegar nunca a volverte almíbar.

b) Podrías caer de tus patines y rasparte las rodillas

c) Podrías sentarte en medio de tu habitación, sobre la oscuridad de la noche, abrazando una muñeca de trapo y dejando que la luna, de una cornada, te derrame la vida por el cuello.

Sangre dispersa en el piso, 

tristeza humeante levitando.

Change

Willyzk is my therapist.

El anillo

"Me encontré un anillo en el taxi que me llevaba al aeropuerto. Más tarde, cuando me enamoré de la camarera, lo utilicé para pedirle que se casara conmigo".

Dicen que vivir es ver volver

Diez cosas que haré cuando regrese a Monterrey

1. Bailar en una boda ajena

2. Comprar cosméticos caros a precios baratos

3. Comer tostadas de chicharrón en Pedro Infante

4. Pasar la noche recorriendo el Centro, comenzando por los condominios Constitución y culminando en Colón esquina con Bernardo Reyes

5. Tomarme una sesión de fotos en el Puente del Papa

6. Beber clamatos y comer takis fuego

7. Emborracharme por la noche en la Huasteca

8. Pasear por Guadalupe con mi mamá del brazo

9. Columpiarme en la Catarina

10. Leer un cuento en público

Cavilaciones en el tocador

Toda lo escrito implica un proceso de ficción.

Había una vez una maestra...

Era la primera vez que dictaba una clase fuera de mi país. El tema era cuento fantástico latinoamericano, el objeto de estudio "El entierro" de Amparo Dávila.

De pronto todo fue tan fácil, los mozuelos tan simpáticos.

A las 8:38 pm, mientras sus compañeros salían, Olaia Martínez, alumna número 101142, se acercó y me dijo:

"Profesora, no quisimos decirle antes, pero se le han atorado las medias y se le ha levantado la falda"

Sonreí lo más elegante que pude, le di las gracias y esperé a que los pocos que quedaban en el aula salieran. Entonces reí silenciosa, sintiéndome tan divertida y absurda.