miércoles, 14 de septiembre de 2011

Venganza

Anoche había un fantasma.
Un cadáver caminaba por mi casa.
Lo escuché respirar.

Yo sabía quién era.
«Tiene que morir»,
gruñí mientras me salía espuma de la boca.

Mi estertóreo
y convulso
... yo
se asfixia.

Huye de prisa
porque mis dedos largos
te alcanzarán
y con mi índice
       y pulgar
¡Aplastaré tu cabeza!

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