Una carnosidad opaca y redonda que vibra al evocar las cuestas de mi antiguo valle.
La náusea de Adán impide la entrada de los alimentos.
Mi papá me enseñó que la sensación de triunfo es la sustancia de mayor peligro para el guerrero. La euforia le hace bajar la guardia, poner a descansar el escudo y esgrimir la lengua.
Soy un sniper; silencioso y solitario, sentado sobre un bulto de cemento, respirando despacio, palpitando...
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