Fotografía tomada del facebook de D. Scarnati
9:30 pm, 25 de marzo del 2011, Palacio de los deportes, Madrid.
La cancha repleta y nadie se empuja. Las personas se deslizan entre sus compañeros, tratando con respeto a las almas con quienes compartirán uno de los momentos más especiales de sus vidas.
El primer disco, rabioso. Carlo me levanta en brazos para que vea al coro de niños madrileños gritando "no thought control". Bailar juntos Young Lust, ser un mismo grito, un mismo puño en el aire. El muro, íntegro, nos veía implacable.
Intermedio. Los baños de mujeres se volvieron mixtos. Sentarnos en el piso a beber cerveza y comer palomitas. Buscar una esquina secreta para verlo mejor.
¡Hey you! la música me convierte en miel. Una experiencia estética orgánica y vital que permite la transmisión del mensaje: vivimos en "Manor Farm", pigs, dogs, sheeps and horses... who are you comrade?
Con la metralleta cubrió de balas a su público, duele saber leer. Continuar la resistencia, amar y enseñar bien. Después de la caída del muro, de la devastación causada por el fracaso de la revolución, nos queda algo. Una niña cuelga de un ramo de globos. Llega al suelo, con su vestido y sus trenzas. Alza sus brazos. En ese instante, la voluptuosa energía del arte nos envolvía a todos, emisor y receptor en un círculo vivo.
Gracias, dijo. Gracias a ti, maestro.
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